miércoles, 25 de noviembre de 2009

Otoño, la Gata y su celo...fán!

Cientos de pájaros revoleteaban en mi mente con otros tantos temas sobre los que escribir y desgranar a placer en un par de párrafos llenos de ideas; hasta que la pequeña California se ha dejado escuchar, encargándose de espantarlos a todos. 
Y es que resulta que la señorita ha comenzado esos... días del mes, esos días en que (a diferencia de las humanas) se vuelve muchísimo más cariñosa, y se encarga de regalarte un saco de mimos, remendando así con celo...fán su, en ocasiones, mal comportamiento; llegando a lo que comunmente se conoce como "estado cansino"(en eso sí hay coincidencia). Éste es más de tierras castellanomanchegas pero supongo que el concepto ha quedado claro.
 (((Debo alegar en su defensa que si no fuera por ella la estancia no sería ni la mitad de amena, da gusto levantarse cada día con su ronroneo y con su carita de "buenos días"))).


Y es que en eso creo que nos parecemos, intentamos solucionar con inventos de "pega" situaciones complicadas, y claro, no es fácil que eso derive en un puerto soleado con una pancarta enorme en el amarre que diga HAS HALLADO LA MANERA; subsanando así el dolor causado o el error cometido como se debería, porque todos sabemos que el celo termina callendo desmoronando el conjunto. Es lo que se denomina, remiendo express (ahora lo ves, ahora no lo ves).
Y entonces, pensando, he llegado a la conclusión de que somos un poco idiotas. 
¿Por qué no podemos intentar no liarlo todo y actuar de modo correcto siempre que nos demos cuenta de ello? Porque somos HUMANOS, homínidos que tropezamos una y otra y otra vez en la misma piedra, pedrusco o ser vivo; humanos dotados de intelecto y raciocinio que decimos nunca más beberé de ese agua o no me volveré a levantar escuchando la respiración de esa persona a unos cuantos centímetros de la mía y lo hacemos, porque somos así, así de recurrentes.
Asi que hoy, después de meditar, con el sonido de mi gata de fondo, y viendo que no podía solventar absolutamente nada de lo que pasa entre nosotros ni con kilos de celo...fán me he tomado el día con filosofía, la filosofía del me toca a mí. He agarrado unas tijeras y he dejado que llevaran a cabo el cambio de look (que, a veces, es lo que te recupera). Dispuesta a no remendar jirones de convivencia. He salido sin avisar, música en el alma y a reeducar la mente con sabiduría científica, que va a llegar febrero y antes de tiempo... me pillan los San Fermines...


Aún a pesar de decirme no pienses hoy, déjate llevar, he recordado la razón de mi odio a octubre y noviembre (y por extensión también abril... maldito abril), al otoño: época de recuerdos, con lo fácil que me resultabas sin preocupaciones y lo complicado que te has vuelto, con tus noches repentinas que te asaltan en mitad de la tarde, tus mañanas grises y tu presagio del frío invierno...


¡Que no te quiero que no! ¡Ni con gata encelada, ni sin celo...fán!

No hay comentarios: