viernes, 20 de mayo de 2011

Peter Pan

Mi Peter...


Viniste cual Peter Pan, con tu juventud y tu pausada calma trasmitiendo paz y sosiego, mostrándome cómo veías tú el mundo cuando pensé que no lo necesitaba, que no tenía nada que aprender, que todo estaba sabido, que nunca se repetiría aquello que sentí y que creía que no se podía mejorar por permanecer idolatrado en una urna de cristal cual rosa inmarchitable...


Y poco a poco, día a día, pecho con pecho, nariz con nariz y palma con palma mi vida ha dado un vuelco de ciento ochenta grados donde sólo me sostenía tu mano, cambiando el concepto vertiginosamente hasta ser yo la que siente miedo, miedo a perderte, miedo a seguir y a pararme a la vez, miedo a que no veas lo mismo, o a que si lo ves te afecte con lo que tienes que vivir mi pequeño Peter... 


Llevo intentando acallarlo un tiempo, pero lo veo desde esa noche que ayer te hizo esbozar una sonrisa, y no puedo dejármelo más dentro...
Sentir el roce de tu piel hace q la mía se estremezca y quiera cada vez más, y tiemble y sueñe y viva como si vida propia tuviera...


Yo soy de blancos y negros mi Peter Pan, o siento o no siento, y tú no eres un gris... ¡no sabes ser gris Peter...!


Ahora soy yo quien te pide a ti que no cambies esa pureza que tienes dentro y que te hace tan perfecto, esos detalles que muestran lo maravilloso que eres, que igual no se ven a simple vista por el resto de los mortales que no saben apreciar esas pequeñas-grandes cosas, pero se huelen si sabes lo que tienes que oler; aunque sufras, aunque pienses que no merece la pena...


Sólo me sale dedicarte un Gracias.
Gracias por tantos recuerdos magníficos.
Gracias por tu calma Peter...












Y que sea lo que tenga que ser...
Hasta mañana.


Tu Wendy...





1 comentario:

Tu Peter... dijo...

Miedo a no recuperarte, miedo a no dejar de tener esta presión en el pecho al recordarte, miedo a que me olvides Mi Wendy...