Quizás una de las tareas más difíciles del ser humano es reconocer las debilidades que minan su fortaleza, puesto que se pone en conocimiento aquello que le hace vulnerable. Así intentamos ocultarlas rápidamente aunque sea bajo un puñado de hojas de otoño…
Hoy me he desvelado por el sonido del viento tras mi ventana, las hojas secas de otoño han empezado a revolotear desapareciendo en el horizonte dejando al descubierto, sin demasiado esfuerzo, mi debilidad…
Tú
Como en una gigantesca bola de cristal, ahí estabas, dormido, protegido aunque frágil a la vez, apacible, exactamente igual que aquella última tarde disfrutando de tenerte a menos de un centímetro, sintiendo tu respiración sosegada, mi grandiosa Debilidad.
Recuerdo que te susurraba al oído despacito que te quería y que nunca me iba a separar de tu lado cuando de repente, como si entendieses perfectamente lo que te estaba contando, respondiste con una sonrisa tímida sin dejar tus sueños de lado…
Una lágrima se derramaba sin hacer ruido, y te devolvía la seña.
- ¡Mi adorable y dulce bebé! ¡Qué poquita cosa me siento cuando te observo, tan pequeño, tan tranquilo!
Ojalá pudieras soñar bonito todos los días de tu vida haciéndose realidad lo que deseas, y que yo estuviera ahí para protegerte en caso de no llevarse a cabo; pero la vida no funciona así. Aunque me pese, prefiero darte la caña y que aprendas a pescar, espero poder enseñarte…
Desde que estabas arropado por el calor materno, un sentimiento insólito me abordaba, y sólo sabía que lo necesitaba, que lo necesito…
Has devuelto a mi corazón la más pura esencia del amor, respeto, serenidad, admiración incluso… y has alejado todas las demás debilidades absurdas que creía tener, dejándome una tranquilidad que no puedo explicar.
¿Por qué? Ni yo misma lo sé, pero es una conexión mágica, una fuerza indescriptible y recíproca que me transmites sin hablar sólo con tus abrazos, y que hace desaparecer el mundo alrededor. Tal vez hayas creado un potente vínculo, sin pretenderlo, que nada ni nadie puede disolver. Mi extremo ya está ligado covalentemente e irremediablemente al tuyo...
Y en mitad de las reflexiones de madrugada la Debilidad se convirtió en Fortaleza…
Lo siguiente que recuerdo…
Tras la cortina… “mi” Sol.
Desde la ciudad de los ángeles...